miércoles, 19 de abril de 2017

EMPRENDER DESDE LA LIBERTAD

           

   
La mañana me encontró escuchando un viejo tema musical de Sui Generis “Canción para mi muerte”. Las lecturas de los últimos días, llevo mi foco de atención a percibir la letra de este tema musical, como nunca lo había hecho antes, a pesar de las infinitas veces que escuche éste, unos de mis CD favoritos. Inmediatamente lo relacione con lo que me transmitió Heidegger referido a la existencia autentica e inauténtica. Charly no solo acepta la finitud de la vida, sino que le compone un poema a su propia muerte. “Te encontrare una mañana / dentro de mi habitación / y preparas la cama / para dos…”.  Lo reinicie una y otra vez, redescubriendo en cada nueva escucha el transcurrir de la vida, sabiendo el llegar de la muerte.   Así sus cuatro primeros versos: “hubo un tiempo que fue hermoso / que fui libre de verdad / guardaba todos mis sueños / en castillos de cristal “Saco en mí el primer interrogante: ¿Qué es ser libre de verdad?
    Ser libres de verdad  es  ser libres para ser, para ser lo que soy y lo que puedo llegar a ser;  ser libre de verdad es  decir lo que  pienso en lugar de  pensar lo que debería decir ; ser libre de verdad es sentir lo que siento y no lo que creo que debería sentir , ser libre de verdad es elegir un actitud personal frente a acontecimientos externos;  ser libre de verdad implica  tener conciencia de sí mismo y del mundo que nos rodea, de la  responsabilidad y  el compromiso como motor de proyección hacia el fututo.
Los segundos cuatro versos: “Poco a poco fui creciendo / y mis fabulas de amor / se fueron desvaneciendo / como pompas de jabón”   continúa Charly. Lo que me lleva a la segunda cuestión: cuando crecemos ¿perdemos nuestra libertad verdadera?  Y si perdemos nuestra libertad, ¿Cómo podemos recuperarla? 

 SER LIBRES DE VERDAD
Ser libre para ser, para ser lo que soy y lo que puedo llegar a ser.  Ser en el mundo, para Heidegger, es ser en un estado de eyección, donde nos encontramos arrojados al futuro proyectándonos en una posibilidad. Soy entonces todas mis posibilidades. Libre para ser, implica en palabras de Jesús de Garay (la libertad como poder) poder ser otro, poder hacer algo diferente de lo que ahora hago, poder vivir algo distinto de lo que ahora vivo. Así la libertad la encontramos en la presencia de posibilidades enfrentadas y poder optar por posibilidades determinadas y contrarias, pero la libertad no es ninguna de esas posibilidades sino el poder que tenemos sobre ellas.
Ser libre es decir lo que pienso en lugar de pensar lo que debería decir, sentir lo que siento en lugar de lo que debería sentir.   Significa que ser libre es enfrentarse a la propia reflexión, conocerse y cuestionarse para desactivar fijaciones cognitivas en la mente, que condicionan, que obligan a pensar lo que debería decir, predisponen a sentir lo que debería sentir para ser fuerte, para complacer, para ser perfecto, para ser aceptado, para ser querido.
 Ser libre de verdad es elegir una actitud personal frente a los acontecimientos externos.  “Al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una sola cosa: la última de las voluntades humanas, la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias para decidir su propio camino” (ViktorEmil  Frankl).  Eso que Frankl llama “actitud”, es la apropiación y transformación de todo aquello que inevitablemente nos condiciona, en algo nuevo, en un nuevo sentido.  Ser libre de verdad es darle sentido al mundo y a nuestras vidas apropiando y transformando, no los eventos en sí, sino en la manera como los comprendemos, aceptamos o rechazamos.  


Tener conciencia de sí mismo y del mundo que nos rodea es ser libre de verdad. Hay muchos factores que determinan nuestra decisiones, debemos ser consciente de aquellos que vienen  de nuestro cuerpo, como los impulsos biológicos, ser consciente de aquellos factores que vienen de la mente, como de nuestra memoria, de nuestra propia historia, de nuestro guion. Ser consciente también de aquellos factores determinantes que provienen de nuestro entorno. La libertad entonces no la podemos comprender sin el círculo de percepción, opción y acción en su constante realización con el entorno. El ser humano desde el instante que irrumpe en el mundo transforma lo dado, renueva esa dinámica de causa y efecto, es una transformación de lo externo que se produce en el interior de cada quien con sus propios condicionamientos personales y eventos del exterior, todo ello girando en torno a un núcleo de voluntad propia. 

  Y tu, ¿eres libre de verdad? ¿eres libre al momento de emprender? ¿que te lo impide?

En próximos posts  veremos la segunda cuestión: cuando crecemos ¿perdemos nuestra libertad verdadera?  Y si perdemos nuestra libertad, ¿Cómo podemos recuperarla? 

Cuéntame tu experiencia con la libertad, al emprender dejando tu comentario o a rubendarioblanes@qswestudio.com



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