¿ Como funciona el proceso de toma de decisiones?
¿ que sucede en el cerebro del emprendedor?
Simplificadamente, podemos decir que participan en este proceso innumerables zonas de nuestro cerebro, entre ellas destacamos , el lóbulo frontal en la neo-corteza, la amígdala y el hipotálamo en la corteza límbica. Cuando el emprendedor toma una decisión no se trata de un mero proceso racional de contabilizar conveniencias lógicas, sino que intervienen aspectos emocionales, extraídos de la memoria de experiencias vividas en situaciones parecidas, que bien pueden haber sido propias o vicarias, y todo ello asociado al momento, situación o contexto en el que se toma la decisión.
Al seleccionar entre dos alternativas, se pone en funcionamiento en el cerebro una serie de reglas predeterminadas, que hemos ido aprendiendo a lo largo del tiempo y a las que recurrimos ante cada situación que se repite, resolviendo con respuestas rápidas y precisas. Esta es la regla general o “heurística” mediante la cual , el cerebro ignora cualquier tipo de información adicional y ello le permite tomar una decisión, casi automática, en la situación adecuada. La mayoría de nuestras decisiones simples, sencillas y temporales se rigen por esta regla. Las decisiones racionales derivan de la evaluación de diferentes alternativas frente a potenciales resultados, con un análisis del tipo costo-beneficio. No obstante ello, la evidencia científica más reciente viene indicando que las emociones nos guían respecto de lo que necesitamos en cada momento y decidimos básicamente en función a ellas. Estas emociones involucradas, suelen manifestarse como una serie de reacciones relativamente breves y sincronizadas como la expresión facial, respuestas corporales, que ocurren como respuesta a un determinado suceso significativo, que puede ser interno o externo.
Cuando determinadas situaciones se vuelven más inciertas o ambiguas, las personas se basan fuertemente en los procesos de la regla general que simplifican el proceso de decisión, equilibrando así la cantidad de esfuerzo cognitivo que se emplea para tomarla, de modo que las decisiones importantes se acercan más a las estrategias racionales llevadas a cabo por la corteza frontal.
El emprendedor decidirá –lógicamente- en situación de certeza. El sistema emocional intervendrá con mayor preferencia frente a la incertidumbre y el emprendedor percibirá su presencia como “intuiciones” o “corazonadas” que ayudan al pensamiento lógico. Como corolario de todo lo expuesto, el Emprendedor frente a decisiones de su proyecto ha de meditarlas bien. Cuando se trata de decisiones importantes, debemos recabar mayor información y tomarnos un mayor tiempo para poder analizarlas. Para aquellas decisiones simples o rutinarias, no debemos tomarnos demasiado tiempo, pero sí tener la capacidad de analizar y decidir rápidamente evitando así la “parálisis por análisis”, Se debe saber que al tomar una decisión, siempre habrá cierto riesgo de que las cosas no sucedan tal como se esperan. El emprendedor ha de actuar confiando en su buen juicio, su experiencia y resaltando el valor de los instintos. Tener siempre en cuenta las consecuencias no solo inmediatas sino aquellas a corto, mediano y largo plazo que se pudiesen derivar. Los estados de ánimo y las emociones juegan un papel fundamental, y por ello, si tomamos una decisión cuando estamos apurados, preocupados, molestos, tensos o nerviosos es muy probable que sea errada.
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