sábado, 18 de marzo de 2017

NUESTRO CEREBRO ANTE LA ESTRATEGIA DEL OCEANO AZUL





   Esta estrategia de modelo de negocio  fue desarrollada por W. Chan Kim y René Mauborgne W.  en un libro "Blue Ocean Strategy"  y consiste básicamente en encontrar un espacio nuevo, procurando crear nuevas demandas y oportunidades para un crecimiento rentable y sostenido del emprendimiento, donde se deja de lado la competencia agresiva y se beneficia el consumidor y la sociedad en su conjunto. 
                                                        La estrategia  se basa en cuatro principios  fundamentales: 1. Crear nuevos espacios de consumo
                           2. Centrarse en la idea global y no en los números
                           3. Ir más allá de la demanda existente
                           4. Asegurar la viabilidad comercial del océano azul


A continuación veremos que parte de nuestro cerebro se ven involucrado en el desarrollo de los cuatro principios de esta estrategia:


        1. Crear nuevos espacios de consumo: aquí pondremos en actividad nuestra inteligencia creativa y para ello debemos ponernos en contacto con nuestro mundo interior, con nuestra emotividad y ello tiene asiento en circuitos neuronales con predominio del hemisferio derecho quien domina por tanto los tipos de pensamientos imaginativos y de conceptualización visual. Y es el hemisferio izquierdo quien se ocupara de evaluar y someter a juicio todas estas ideas. Todas estas ideas o pensamientos no aparecen de la nada en nuestra mente, sino que están originadas en conocimientos solidos previamente consolidados.  Una vez que el desafío está planteado, es necesario examinarlo de todos los lados posibles para poder incluir nuevas posibilidades de análisis ello requiere de tiempo y esfuerzo con predominio de actividad en el hemisferio izquierdo que nos centra en el foco del problema. Luego, la relajación, la pausa también como  el resultado del trabajo consciente, activa a nuestro hemisferio derecho para percibir las partes como un todo agregando información relevante para la formación de nuevas asociaciones  y así se genera lo que se ha llamado el momento eureka o la iluminación y aparece esa idea que nos permitirá nadar en el océano azul.


2. Centrarse en la idea global y no en los números:   Se trata aquí nuevamente de entregar el control al hemisferio derecho de nuestro cerebro poniendo en práctica la conceptualización visual, tratando de ver el todo. La comprensión del todo integrando los distintos aspectos de la realidad será percibida o interpretada por cada persona de formas completamente diferente y ello se debe a la presencia de mapas mentales que no es otra cosa que un conjunto de ideas y creencias preconcebidas que se han ido formando a lo largo de la vida. Esos mapas mentales actúan como filtros llevándonos a aceptar determinados puntos de vista y a rechazar otros. Siendo consciente de la existencia de estas estructuras en nuestra mente podremos desafiar los supuestos previos que hemos construidos y nos impiden avanzar creativamente. La cuestión es animarse a ver más allá de estos principios aceptados, combatiendo los viejos preceptos, perseverar la capacidad de asombro y de soñar despierto.


3. Ir más allá de la demanda existente: Es muy importante en este punto compartir y percibir el estado emocional de las personas, personas que no son actualmente nuestros clientes, comprender su visión de la realidad, su postura, su opinión libre de prejuicios. Esta capacidad se denomina empatía y fisiológicamente se origina en conexiones neuronales de la corteza insular anterior. Comprender el comportamiento de los demás y captar las intenciones que subyacen en esos comportamientos no sería posible sin la existencia de las neuronas espejos que son células especializadas que se activan mediante la ejecución y observación de una acción, se encuentran ubicadas anatómicamente en el hemisferio izquierdo cerca del área de Broca. Las neuronas espejos se activan cuando una persona observa a otra realizar un movimiento como cuando ella misma lo realiza, además nuestro cerebro percibe las intenciones de dicha acción

4. Asegurar la viabilidad comercial del océano azul.  En este momento la corteza pre frontal toma el protagonismo para poder reflexionar, inhibir y poner freno a los impulsos planifica y proyecta teniendo en cuenta nuestra conveniencia, entre sus funciones debe estar atenta a reacciones emotiva que provienen del límbico como el miedo que puede paralizarnos o la pasión y el amor por el proyecto que puede que puede condicionar nuestra percepción de los hechos.


                                rubendarioblanes@qswestudio.com

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