Metas y objetivos personales, tema recurrente en el mundo
del coaching, del desarrollo personal y de los emprendimientos. Se ha estudiado
y probado, que la concreción de objetivos se vincula al bienestar de la vida
diaria de las personas. El trabajar en pos de metas y objetivos previamente
determinados es una de las causas que produce bienestar en la persona, en la medida
de que esa persona se vea a sí misma capaz de realizarlo, de cumplirlo.
Técnicamente a esta percepción se le denomina “autoeficacia percibida”
(Bandura, 1999), y va a tener una gran influencia sobre cómo nos sentiremos
mientras nos estamos esforzando con el objetivo propuesto, así como el
bienestar que se sentirá al haberlo terminado.
Además de la autoeficacia, cada vez ha ido cobrando mayor importancia
la denominada “autoconcordancia”de los
objetivos personales” (Sheldon y Elliot, 1999). Se define como el grado en el que un objetivo
personal es concordante con los valores más íntimos y profundos, con los
intereses más duraderos de la persona.
En la medida en el que una persona posee objetivos autoconcordantes, es
coherente consigo misma a la hora de decidir en qué tareas invertir su tiempo,
logrando así una base fundamental respecto de su bienestar, más allá de lo
capaz o incapaz que se sienta para llevar adelante esa tarea.
Teniendo en cuenta estos conceptos, debemos definir nuestra
idea, nuestro proyecto, nuestro objetivo de emprender como un objetivo que sea
autoconcordante, que se halle motivado en nuestro valores e intereses más íntimos,
que día a día nos haga aflorar esa motivación intrínseca, necesaria para tomar acción
y llevarlo adelante.
La existencia de auto
concordancia entre nuestros valores, nuestros intereses y nuestros
objetivos, nos hará el camino mucho más ameno, encontrando satisfacción y bienestar
por llevarlo adelante a cada paso. El solo transitar el camino hacia nuestro
objetivo se convertirá en la recompensa. La recompensa está en proceso y no en
el resultado independientemente de la percepción que tengamos de poder llevarlo
a cabo con éxito o no, es decir más allá de la autoeficacia percibida, La auto concordancia se asocia
positivamente a la experiencia de bienestar y así lo demostraron estudios
realizados en la Universidad el País Vasco (E. Sansinenea, Lorena Gil y otros)
¡Construyamos un proyecto
autoconcordante!
Habrá concordancia en nuestro objetivo cuando se lleva adelante
por motivación intrínseca, es decir por el mero placer o el interés que nos despierta
llevarlo a cabo, es el caso de tocar un instrumento musical. Habrá también concordancia
en nuestro proyecto cuando éste se identifique con nuestros valores más
arraigados, independientemente de lo agradable o desagradable que resulte la
tarea, ejemplo el cuidado de la salud, de la vida
Por otro lado, un objetivo no será autoconcordante cuando se
lleve a cabo, bien por una motivación extrínseca, es decir una oferta de premio
o de castigo o por una imposición aunque esta haya sido parcialmente
internalizada.
Un proyecto, un emprendimiento
autoconcordante, se relaciona directamente al concepto de bienestar, físico
y emocional, e inversamente con el estrés y el cansancio y el malestar físico.
Por ello al llevar adelante un objetivo autoconcordante, la fatiga y los
dolores físicos nos serán más llevaderos y hasta pueden llegar a pasar desapercibidos;
en tanto que trabajar en un proyecto no concordante no produce estrés,
cansancio y fatiga pudiendo llegar hasta enfermar nuestro cuerpo.
A la hora de elegir nuestra idea, nuestro proyecto a emprender tengamos
en cuenta la autoconcordancia, la relación de este emprendimiento con nuestros
valores más íntimos, con nuestra motivación intrínseca, nuestros intereses
naturales.
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